La cultura de los cereales de Tenerife tiene su máxima expresión y arraigo en Icod el Alto o de los Trigos, en Los Realejos, hasta el punto de haber sido otrora despensa de la Isla y que, desde hace cuatro años, experimenta un notable auge y recuperación por iniciativa de la cooperativa de agricultores, el ayuntamiento y el Cabildo de Tenerife. Las expectativas de producción para la presente temporada apuntan hacia una cosecha de 100.000 kilos de cereales, en Icod el Alto, que se considera como la madre del trigo de Tenerife, y ayer se convirtió en la capital del cereal de Canarias, al congregar a 90 segadores de las siete islas y de los municipio agrícolas tinerfeños vinculados a este tipo de cultivos, en el marco del del segundo y cuarto encuentros de siega tradicional Diego Pérez y regional de segadores.
El concejal de Agricultura del ayuntamiento de Los Realejos, Juan Francisco Rodríguez López, subrayó “con encuentros como éste pretendemos sensibilizar a todos los ciudadanos sobre la importancia de su conservación, transmitir este patrimonio etnográfico y revalorizar el cultivo”.
Indicó que en la primera convocatoria se dieron cita sólo 10 agricultores de Icod el Alto, mientras que en esta edición sobrepasan los 300. “Hemos recuperado la siega del trigo en un tiempo realmente corto-agregó-y de todo tipo de cereales, como el centeno, la avena y cebada, que prácticamente estaba abandonada. Por desgracia, la coyuntura del incendio del verano del pasado año nos obligó a suspender la demostración, pero, en cierta manera, permitió el aprovechamiento del campo. Este año se ha sembrado mucho trigo, en Las Llanadas, Icod el Alto, La Guancha, San Juan de la Rambla, El Tanque y Buenavista.
Pedro García González, que montó su stand en la feria de los segadores, se considera un artesano tardío, que, pese a sus años, se inició recientemente, según nos cuenta, dado que trabaja el oficio desde hace cinco años aproximadamente, y sin conocimientos previos. “Me senté, cogí un manojo de paja y empecé a confeccionar un cesto-explica-y hasta ahora. Para elaborar mis cestos empleo el centeno y plástico”.
Don Pedro García apunta que el trabajo artesanal no se paga como debiera. “A la gente le parece caro un cesto de mimbre por 60 euros-indica-,pero no se percata del esfuerzo que se requiere para acabarlo”.
Subrayó la relación existente entre la agricultura y la ganadería con la artesanía, dado que la materia prima procede, básicamente, de ambas actividades primarias.
El presidente de la cooperativa agrícola y ganadera de Icod de los Trigos o el Alto, Pedro Hernández González, se muestra optimista ante la recuperación de la cultura del cereal en las Islas, y apunta que “desde hace dos años me he especializado en este cultivo y al comienzo la producción de semilla superaba el 50% y dentro de cuatro años confío en que se duplicará, hasta alcanzar los 20.000 kilos. Este año obtendré semillas para todo Icod el Alto y para el resto de la Isla; repartimos para los agricultores de San José de Los Llanos, El Tanque, Los Realejos y La Orotava”.
A su entender, el respaldo del Cabildo y del ayuntamiento ha sido decisivo para revitalización de este subsector agrícola en las medianías.
La cooperativa agrícola y ganadera de Icod de los Trigos reúne a 300 socios en la actualidad.
Pedro Hernández se muestra esperanzado con “la savia nueva que garantizará el relevo generacional en el campo, porque entiende que la agricultura es un sector estratégico de la economía que no se puede descuidar, sobre todo, en un escenario de crisis. En este sentido, evidencia el factor refugio del sector primario. En la juventud está el futuro y no debemos perder la oportunidad, de ahí la conveniencia de incentivar con medidas de apoyo y de promoción, las actividades agropecuarias. Nosotros podremos aguantar dos o cuatro años más, pero luego, ¿a quién le dejamos este uso agrícola tradicional, si no tenemos gente preparada? Precisamos de gente joven capacitada para continuar esta tradición, garantizar la supervivencia de la agricultura y la ganadería. Con el panorama de crisis económica la gente se está jalando hacia el campo, aunque aquí no nos volvemos ricos, pero tenemos leche, gofio y papas para comer y escapamos”.