El médico, químico y poeta italiano Francisco Cornello asegura haber probado la eficacia de su tratamiento para dejar de fumar con cierta rapidez, comodidad y eficacia en un 90% de los casos. Un apasionado de la ciencia y las letras recaló en Lanzarote donde ha vivido más de tres meses, a pesar de que había previsto visitar la isla durante una semana, y donde ha encontrado la inspiración para la poesía y el ensayo. Ya en Tenerife, Puerto de la Cruz, para dar a conocer su libro de poemas “Vuelo de gaviotas”, en el que describe la fantasía, el amor, los sentimientos y los aspectos sociales. Un intelectual polifacético que espera contar con el reconocimiento de las autoridades sanitarias de la Unión Europea para lo que considera revolucionaria terapia antitabaco, que ya ha aplicado en 2.000 pacientes en Italia, con el resultado alto de cura, aunque reconoce que de esa cantidad entre cinco y diez antiguos fumadores recayeron levemente, puesto que de un promedio de fumar 60 cigarrillos pasaron a sólo cinco.
Francisco Cornelio asegura haber encontrado un método eficaz para dejar de fumar. Su método es inocuo y lo ha empezado en unas 2.000 personas. Del total, el 90 por ciento ha dejado el tabaquismo y el resto ha disminuido sensiblemente el consumo en una semana. Afirma que el tratamiento dura una semana aproximadamente, a lo sumo diez días, y se podría definir como el Método del doctor Cornelio, a falta de una nomenclatura oficial. Se trata de un proceso inverso al inicio del hábito de fumar, de tal manera que resulta tan sencillo dejarlo como se empezó, con un cigarrillo. Apunta que esta terapia consiste en neutralizar el reflejo condicionado que induce a fumar, corta la cadena entre el estímulo y la acción de encender un pitillo.
Recuerda como ejemplo que “cuando hace calor y vemos algún alimento fresco segregamos más saliva y nos apetece tomarlo. Algo parecido ocurre con el cigarrillo. La gente es reacia a las sustancias desconocidas. En este caso, no se trata de sustituir el contenido del cigarrillo con otros productos sin nicotina, se añade una sustancia que dé una sensación amarga, poco agradable, para que el humo deje de ser un reclamo”.
Lo realmente llamativo del tratamiento del doctor Cornelio es que no se registra síndrome de abstinencia, no se come más ni se engorda. Quienes han probado este método evitan entrar en zonas de fumadores o sienten total indiferencia. Ahora bien, puntualiza, lo realmente efectivo es que la persona quiera dejar de fumar.
La terapia ha funcionado en fumadores compulsivos y cuenta la anécdota de un paciente que gastaba 150 cigarrillos por día, cuando dormía se despertaba cada cinco minutos para fumar, y logro deshabituarlo. Cuando entró por primera vez en su consulta presentaba un rostro oscurecido, pero pasado un tiempo, ya en tratamiento, casi no lo reconocía por lo mejorado de su aspecto.
Si bien su método está patentado, falta desarrollarlo, y para ello necesita el respaldo de la administración, la iniciativa privada o la industria farmacéutica. Tras las negativas de empresas del sector en Italia, ahora espera formalizar un acuerdo con Sanidad en un país de la Unión Europea, que le facilite un estudio y aplicación de su método de forma controlada en un hospital, con analíticas periódicas, bajo observación, confirmar ausencia de efectos secundarios, tiempo de permanencia en sangre de la sustancia empleada”.