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El animarles a la reflexión, no garantiza en absoluto el éxito en la elección sobre lo reflexionado. Sin embargo, se piensa, se sopesa, y si al final se toma alguna decisión sobre lo reflexionado, será algo propio, salido de dentro de uno mismo y si se equivoca uno, pues apechuga uno. Es una ventaja créanme. Que decidan por uno, lo hagan mal, y que pague uno, no el decisor ignorante o desalmado, es mucho peor.
Nos dan fechas de recuperación de lo más variadas y variopintas. Ninguna basada en nada concreto. Disquisiciones, todas, argumentos, ninguno.
No es que tengan algún indicio, pista, plan, programa, estrategia o senda, salvo la de quedarse al menos como estaban, en las poltronas y con posibilidades de seguir mangoneando. Volver al pasado principesco y abundante.
Que yo diga que eso no va a ocurrir, puede parecer tan creíble como que nos recuperaremos a fin de año, sin embargo, yo puedo darles varios, muchos, decenas de argumentos de porque pienso así y ellos no aportan ningún resquicio de duda a que el desastre se va hinchando. Son los adivinos.
Sin producción industrial por no competitiva, sin tejido comercial, sin tejido energético, sin innovación, desarrollo y tecnología, con los sindicatos diciendo los disparates que dicen de que los costos laborales deben de subir para que las empresas puedan competir. Ni Pero Grullo. Pero es que si oímos al Ministro con un Master en producir parados, decir que en España el problema es la flexibilidad enorme que existe en materia de despidos, y las cosas de Solbes, de MAFO y de La Vicepresidenta, sin olvidar a Dª Magdalena, a Mr. Blanco y como no, al ONE, al que “esta convencido” de lo que nos suelta a cada rato que le obligan, el Jefe ZP, ¿de dónde sacan los indicios para esas convicciones de recuperación con plazos y fechas con tanta exactitud rayando en lo milagrero?.¿Qué va a ocurrir para que nos recuperemos? ¿Saben algo que no sepamos? No. Ven visiones, sueñan, y se despiertan con la mano en el orinal.
Tenemos creado un monstruo devorador de presupuestos, y para que lo alimente ha habido que crear una peligrosa hidra recaudadora, basados en nada muy concreto sino en 3 patas flojas de un banco antiguo. No hay ya patas y estamos en el suelo.
Del carro no se baja nadie, los bueyes cada día más flacos, se les pega más latigazos para que anden y se les amenaza incluso con comerlos, y ellos de fiesta, subidos, aún sentados y agarrados, ven indicios de recuperación para el dos mil y tantos. Por ejemplo. ”Si, para que te calles”. La zanahoria del burro, la que nunca alcanza.
Creo que ya está bien, y o salen o acabaremos sacándolos. O se bajan o acabarán bajándolos, y las cosas se les pueden ir de las manos, como siempre en el pasado.
Y también no lo duden, pagaremos los de siempre, lo hayamos decidido así o no.
Aunque eso sí, eso votaron, eso tenemos. De la recuperación no hay indicios. Ni está ni se la espera.
Deberían reflexionar.