Greenpeace rechaza el frenazo a la energía fotovoltaica, CC.OO. arremete contra la propuesta oficial de reducción de las primas fotovoltaicas y la limitación de potencia a instalar, las asociaciones empresariales ASIF y AEF opinan que las medidas fotovoltaicas del gobierno español contribuirán a una mayor crisis económica. Estos son los títulos, preocupantes, que en los últimos días han circulado por los diferentes medios de comunicación. En Canarias algunos opinamos que ello significa que el sector fotovoltaico ha sido un soplo energético para las Islas.
Es público y notorio que los sectores estratégicos en Canarias tienen nombre y apellidos. Así nos encontramos con el suelo, el agua, el transporte y la energía. De este último destacaremos el que lleva el apellido fotovoltaico, y si no que se lo pregunten a la gente del municipio de Arico, en el sur de la isla de Tenerife.
Hoy lo traemos a las páginas de actualidad pese al silencio casi general de los medios de comunicación canarios. Pero hemos de reconocer que la culpa no es de ellos, ya que el concurso eólico se ha gastado mucha tinta y tiempo, y el sol se ha quedado relegado. Está claro que Eolo le ganó la partida a Magec.
Todo esto viene a cuento por la propuesta que el ministerio de industria del gobierno español ha elevado a la Comisión Nacional de Energía (CNE) para modificar la norma que regula las primas que estaba recibiendo el sector fotovoltaico en el territorio español sin diferenciar los archipiélagos de Baleares y Canarias, en nuestro caso región ultraperiférica de la Unión Europea.
En la citada propuesta gubernamental, se amenaza de manera drástica al sector fotovoltaico - generación de electricidad con la energía solar como fuente - al rebajar un 35 % las primas que se venían concediendo a este sistema peculiar y al limitar la potencia a instalar cada año, no más de 300 Megawatios (MW). Ello puede suponer, y así lo entienden los expertos, que las energías renovables en Canarias, al menos la fotovoltaica, será una utopía, un soplo energético pasajero. Y eso que los promotores llevan casi dos años luchando para conseguir las licencias y autorizaciones administrativas en una carrera de fondo imponente, en la que algunos han quedado tirados al no poder superar lo obstáculos de las instituciones bancarias a la hora de financiar las infraestructuras e instalaciones fotovoltaicas.
De no cambiar el rumbo del gobierno español en su propuesta tarifaria y de potencia para después de septiembre 2008 (ya pasado), fecha que cierra la tarifa actual, difícilmente podremos contemplar nuevas instalaciones fotovoltaicas en Canarias. Las que están a punto de terminarse en Arico serían las primeras, a excepción de las del ITER en Granadilla, y las últimas en instalarse. La potencia a generar en 2008 sería del orden de los 40 MW como máximo, de un total de 160 MW previstos en el PECAN, que dadas las circunstancias debería ser objeto de revisión, al menos su modelo.
En resumen, flaco favor a Canarias en tratamiento energético, que no cuenta con un tratamiento diferenciado en la norma española a la hora de contemplar el sector fotovoltaico y eso que somos islas, RUP de la UE, con mucho sol, y tenemos una alta dependencia del exterior en materia de petróleo.
Todo fue un sueño de verano y el objetivo de las energías renovables a la hora de luchar contra el cambio climático se vendrá abajo a la hora de mitigar y adaptar el efecto de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) que tanto afectan la biodiversidad y la calidad de vida de Canarias.
A grandes males grandes remedios, reza el dicho popular, por lo que hacemos un llamamiento a las autoridades y a los políticos de Canarias en demanda de reivindicar ante el gobierno central un tratamiento diferenciado para Canarias en materia energética fotovoltaica, tanto en tarifa como en potencia a instalar. ¡Tenemos que ser consecuentes¡
*Isidoro Sánchez García es ingeniero de Montes