29 junio 2008

FIRMA INVITADA ____L. Sorlo

All Inc
El pasado mes de abril, invitado a un congreso en la Universidad de Las Ameritas de Puebla, México, la ponencia incluya una pequeña mención al “Todo incluido”.
Mi oposición frontal, y mi absoluto rechazo, causó un gran impacto y fue una riada de personas las que al acabar el coloquio se abalanzaron para seguir hablando del tema. Esto es que es un asunto que preocupa, y preocupa mucho. Si bien es cierto que en algunos destinos se hace imprescindible, hay otros muchos, entre los que nos encontramos, en que debemos de luchar frontalmente contra él. Si se analiza, por otra parte, la opinión de empresarios que están ofreciendo esta modalidad, pocos, afortunadamente, se oye un discurso tétrico, de perdedores que en nada nos estimula y que en nada nos anima a seguir en este negocio. Dicen-(sic), este tipo de turismo es tan bajo, que no vendría de ninguna manera si no se les ofreciera esta modalidad. Veamos pues, que es un turismo bajo, busca precio, del que no se aprovecha nada, del que no paga ni siquiera las infraestructuras que pisa y usa, que nos empobrece y que si estropea algo ya deja perdidas a las cuentas de explotación de los establecimientos, a los que obliga además a tener unas fuentes de sodas y comidas abiertas muchas mas horas, y a mantener un mínimo de calidad, cantidad e higiene en lo que se sirve, por lo que de hacerse bien necesita mas gasto estando sin embargo dispuesto a pagar menos por lo que se le ofrece. Según mi opinión, este turismo no lo necesitamos, nos empobrece y no aporta nada a la economía del receptor. Nuestra moderna y bien dotada planta turística, nuestras infraestructuras, higiene y sanidad, limpieza, personal adecuado y formado, seguridad y coberturas, respeto de derechos, democracia y libertad, equilibrio y justicia social, posibilidad de mezclarse con los residentes, recorrer por la totalidad de los parajes, pueblos y ciudades sin problemas, nos hacen acreedores de un turismo que valore todo esto. En nuestro país, las personas que atienden el Turismo, son ciudadanos europeos libres, a quienes recibimos, obtienen todo tipo de garantías jurídicas y coberturas ante fraudes, intoxicaciones o abusos de cualquier tipo. ¿Cuántos destinos de sol y playa pueden decir lo mismo? Medidas, sólo las que la ley permita. Estamos, repito, en democracia y afrontamos los problemas con diálogo, razones y argumentos. Ante todo, resaltar la naturaleza del destino, y las circunstancias antes mencionadas. All Inc, no posibilita el visitar la Isla entera, y gozar de nuestras fiestas, nuestras rutas de vinos y gastronomitas y de nuestros increíbles parajes. Para aprovecharlo tendríamos que pasar el 90% del tiempo en el establecimiento. Y no están preparados, resorts como el Santo Domingo o Cancún, donde no se puede salir a la calle solo ni casi acompañado, donde las diferencias sociales hacen que sea un peligro mezclarse con el nativo.

En destinos como Cuba, peor. Se explota además al personal que nos atiende, y tiene prohibida la salida del país a quien quiera hacerlo. Dejarse atender por seres explotados es una forma poco agradable de hacer turismo. Luego, dialogar con los partidarios del sistema que empobrece el entorno y el destino, ya que atrae-según se ha visto- a lo más bajo del turismo mundial. Y explicarles que ya que ellos entran en esa dinámica, que estropea el destino, la rigurosidad se les debe de aplicar en su mayor y máximo exponente. Ojo, no son medidas coercitivas, solo se aplicarían normas vigentes dentro de la legalidad, ya que cada cual debe de hacer lo que crea conveniente, nada de prohibir. Sin embargo, si se contrata en el exterior el todo incluido, las cuentas deben de estar mas que claras, por lo que se debería llevar un especial control o registro. El acceso a determinados incentivos estaría también en tela de juicio, y el control de personal y horarios debería ser más riguroso en hoteleros que usen este sistema. El servicio de alcohol solo a determinadas horas, etec., hay un gran numero de medidas a aplicar si la disuasión no prospera. No por intentar salvarse unos pocos con poca imaginación, pueden estropear las directrices del destino y empeñar su futuro. Esto es algo muy serio del que vivimos prácticamente todos y debemos de buscar formulas que disuadan a los empresarios de hacer estas ofertas. El Turismo medio y medio alto no se siente atraído más que, en todo caso por la media pensión, luego quieren salir, ver, divertirse y mezclarse. Los excesos en alcohol y en empachos se notan en estos establecimientos y los que lo vienen no repiten al no reunir los establecimientos las necesarias condiciones de Resort con todo tipo de actividades y servicios. A reflexionar.