El próximo viernes, 22 del presente mes de septiembre, se cumplirán dos meses de la desaparición en alta mar de los marineros portuenses Antonio de la Coba, Pedro Agrícola Santos Rodríguez y Luis González Avellaneda, mientras regresaban de una travesía hacia La Gomera, concretamente, a Valle Gran Rey, donde habían pescado un peto, una variedad de túnido.
El vacío que han dejado es inmenso, inconmensurable, pero su recuerdo y presencia siguen vivos en forma de esperanza en su feliz retorno. El Puerto de la Cruz aguarda con insistencia una noticia sobre el paradero de estos tres marineros que el pasado 22 de julio partieron hacia La Gomera en una embarcación de recreo, la Mencey Taoro II, para disfrutar de una jornada de pesca, y, así, fue en principio, porque sobre las 11 de la mañana de ese sábado, los tripulantes habían comunicado a sus familias de la captura de un peto, pero desgraciadamente, desde entonces, se perdió el contacto con ellos. La angustia se dejaría sentir a partir de la noche del domingo, cuando ya era una evidencia de que Antonio de la Coba, el patrón del barco, y sus acompañantes, Luis González Avellaneda y Agrícola Pedro Santos Rodríguez no habían llegado a puerto. Es cuando se inicia una vasta operación de búsqueda sin precedentes con el empleo de todos los recursos tecnológicos, marítimos y aéreos disponibles para su localización, incluso se establecieron líneas de comunicación con la marina de los Estados Unidos, y países de la OEA, gracias a la colaboración de un amigo de las familias, pero todo ha resultado infructuoso hasta el momento. En ese operativo intervinieron Salvamento Marítimo y un avión del tipo Orión P3, dotado con equipos detectores de calor.
Las operaciones de búsqueda se prolongaron hasta el mes de agosto.
Las muestras de solidaridad han sido inmensas desde el primer día y, de hecho, se sucedieron dos concentraciones en el muelle pesquero para mostrar el apoyo a las familias y sensibilizar a las autoridades para que continuaran la búsqueda, incluso se emprendió una campaña concienciación que se materializó en 20.000 firmas.
Ahora cuando ya se cumplen dos meses de la pérdida de los marineros, el portavoz de las familias, Francisco Acevedo, recapitula sobre todo lo actuado hasta ahora y subraya que “tanto las familias como los medios de comunicación han estado abandonados o dejados de la mano de Dios por parte de los organismos competentes en cuanto a información sobre el operativo. Los familiares tuvieron que recabar la información, un asunto que corresponde a Salvamento Marítimo”.
Acevedo señala que “cada día que pasa resulta más difícil, pero la esperanza es lo último que se pierde, de que aparezcan con vida”.
El portavoz de la familia desmiente categóricamente los rumores y bulos que han circulado y circulan sobre el paradero de los náufragos. Todo lo que, en ese sentido, se haya dicho o se comente es pura mentira o fruto de la ficción. Todos los bulos, recalca Francisco Acevedo, han sido originados por la desinformación a que han estado sometidos la opinión pública y las familias por parte de los organismos competentes”.