06 agosto 2008

// REFLEXIONAR//

Canciller

L. Soriano
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Subía la escalerilla del avión que lo llevaría de vuelta a la cansina y aburrida Europa, luego de la sensual y cálida noche caribeña, presuroso por lavarse las manos que escurrían el sudorcito calentorro que le había impregnado Pérez Roque en su despedida, se abalanzo al pequeño aseo del fondo del aparato.Lo peor de esto es tener que abrazar a estos guarrindonguitos de olor ácido, estrechar esas manos mojadas, esos abrazos envolventes como los de Chávez, las mezclas del olor dulzón del Aqua di Selva, pachulí de la noche anterior y sudor caribeño, pero igual Mediooriental en los viajes en coche cerrado, y ¿ soportar esos salivazos en los discursos?. Pero en fin lo peor ya habia pasado, que era cuando tenia que besar a Arafat. Le había recomendado un champú que a el le había ido bien, aunque no se notara, una pasta de dientes americana,y un estomatólogo, pero lo del dentista, al del mantel a cuadros no le parecía una opción y cada vez era una tortura mayor recibir los besos apasionados del recolector de la cosecha Europea.Sin embargo en el subconsciente, se le había quedado grabada una mirada, que ahora, libre ya con el dove del Toilette erradicando lo que en esa mano se había transmitido de flujos mojados, y mientras entonaba la musiquilla al compás del frote de manos, “ que viva la bandera viva la nación, que viva la revolución..., recordó.Era la de un empleado del aeropuerto, que le sostenía la escalerilla y que le miro de una manera que ahora, enfocando el aire acondicionado y deshaciéndose de la chaqueta, la corbata y de los apretados zapatones, intentaba interpretar.De pronto, entendió la mirada, eso creía, vayan ustedes a saber lo que pasa por esa mente. Cortó el contoneo de hombros que acompañaba al tarareo revolucionario tan añorado y tan deseado y se puso a reflexionar.Ciertamente, no recibir a la Oposición, le costaría que los cantamañanas del PP, Fachones Blaspiñaristas todos, le pondrían a caldo, pero a el plim, don Tancredo era su norte. Lo peor sin embargo era la Condo, se merece ese apodo de “congolessa”, me meterá un dedo en cada ojo y hará que no me reciba mas que la funcionaria limpiadora de su departamento.Pero, si el Gobierno huele mal, la Oposición que no tiene agua ni jabón no veas.Claro que aguantar como el bombero torero , que el Toro embestidor de Roque escupiera que no hay disidentes en Cuba, sino gusanos, tendría que haberme molestado, pero si yo fuese demócrata corrupto, decadente y occidental, y ahí se me fue la mano, hasta me perdió una sonrisita que me salía, babosota como las mías, que me corto Pepe, mi asistente, con esa miradas que me echa que menos mal que lo llevo siempre conmigo, que a veces me ensueño en la bananera mandando a cortar caña a la oposición y a los que me critican, mientras yo me tomo unos daiquiris en Tropicana rodeado de ébano sensual.Ahí les dejé a Santodomingo para que les oyera un rato, que luego Raúl se cabrea si no les doy una patada a los disidentes, gamberros delincuentes. De la ultima cosecha de presos, que negocio rentable señor, me soltará unos poquitos para que yo quede bien y que diga que fue en mi honor. Después que los detenga dentro de un par de semanas si quiere, para mantener el vivero lleno y poder negociar con él. Esa mirada acusadora, tardare en olvidarla, un minuto o dos por lo menos.¡Ay¡, Si no fuera por mi, que aislada estaría Europa de la tan necesaria colaboración caribeña. Yo pongo el contrapunto y mi Embajador en Cuba, lucha para que Castro no nos insulte como antes. Esta vida de Canciller, a veces es muy cansada. Y ahora a ver a mis moritos palestinos que llevo una semana sin verlos y sin darles ánimos para que sigan laminando a los prepotentes israelitas. Y Mohamed, jo, que lo tengo abandonado. Ahora a dormir un ratito que tengo en Santa Cruz cosas que firmar.
Salud, camaradas.