El plan especial de protección del casco histórico del Puerto de la Cruz abrirá ciudad al mar y respetará las alturas de los edificios en consonancia con el planeamiento urbanístico, aunque este aspecto tendrá que ser objeto de negociación con los vecinos y agentes económicos y sociales, según puso de relieve hoy el concejal de Urbanismo de la corporación, Sebastián Ledesma.Al cierre del primer plazo de exposición pública de la aprobación inicial del documento redactado por Luisa Cerrillo del 11 de mayo de 2011 que tuvo lugar el pasado lunes, día 4 del presente mes de julio, se presentaron 73 alegaciones, aunque sólo se había presentado una sola reclamación una semana antes, lo que dio lugar a la ampliación del período de información pública de 45 días, desde ayer, día 5 hasta el 27 de agosto. No obstante, hasta el 22 de junio pasado sólo se había registrado una reclamación.
De las 73 alegaciones formuladas, 62 se relacionan con situaciones de fuera de ordenación por plantas y alturas; 5 hacen referencia a edificaciones que no se encuentran dentro del ámbito de las declaraciones bienes de interés cultural, pero sí dentro del plan especial; y las 6 restantes se refieren a diferentes circunstancias como errores en sistemas viarios y solicitudes de no catalogación y no expropiación, entre otras. Ledesma explicó que “todas las alegaciones junto a las que se señalen a partir de ayer serán respondidas a los reclamantes, según criterio de la redactora del plan”.
Apuntó que “no se puede obviar la singularidad del Puerto de la Cruz, incomparable con otros municipios donde también ha habido planes especiales de cascos históricos; esto es totalmente diferente, pero bien es cierto que todos buscamos una transformación de la ciudad turística, por eso hemos apostado por esta herramienta fundamental para ese cambio”.
El plan especial de protección del casco propone una modificación del conjunto histórico que estará sujeto a una tramitación de acuerdo a las disposiciones legales y reglamentarias.
