ISIDORO SÁNCHEZ GARCÍA*
Marcos Brito nació hace más de setenta años en El Mocanal,
uno de los barrios más importante del municipio de Valverde en la isla de El
Hierro, situado por debajo del lomo de Ventejís, donde creció hace siglos el
histórico árbol santo del agua, el Garoé .
Por razones del magisterio se vino a Tenerife donde vivió más de la
mitad de su vida pasando antes por Agulo, La Gomera. En la isla del Teide comenzó
por el sur, Playa de San Juan, para continuar hasta el valle de Taoro y anclarse en el Puerto de la Cruz.
Su preocupación por las cosas públicas le llevó a interesarse
por la política municipal en el Puerto de la Cruz al llegar a Punta Brava.
Primero en la recta final de la etapa de Franco y luego en el mundo de la
democracia participativa después de 1979. Fue concejal democrático en el Ayuntamiento
portuense a partir de 1983 y
posteriormente consejero del Cabildo tinerfeño entre 1987 y 1995, donde ocupó
puestos de responsabilidad política en las áreas de cultura, educación y
patrimonio histórico. Entonces compartí actuaciones políticas con el profesor
herreño y nos embarcamos en la vida política de la ciudad turística del Puerto
de la Cruz, en 1995, con otros compañeros y compañeras de Coalición Canaria.
Fueron muchos años de vida política en los que nos dedicamos a superar el
estancamiento en el que estaba situado el Puerto de la Cruz. Y eso que tanto Marcos como yo no habíamos
nacido en el municipio portuense.
Con Marcos aprendí algunas cosas, como la paz y el sosiego, y
compartí muchas cuestiones políticas siempre después de llegar a acuerdos, tras
los debates internos donde surgían los diferentes pensamientos a la hora de
intentar resolver los problemas. No era
fácil la situación.
A Marcos le gustaba viajar conmigo y en grupo. Por eso me
acompañó a Cuba y a Bruselas por razones diversas, pero no a Venezuela. Su
familia herreña, como muchos canarios, se vio obligada a emigrar a los países
hispanoamericanos. Coincidíamos mucho en su isla natal en época de vacaciones
tanto en El Mocanal como en La Restinga. La última vez que saludé al Alcalde portuense fue el martes 14 de octubre cuando
me acerqué a las casas consistoriales para gestionar un asunto familiar.
Hablamos de lo divino y de lo humano, y en particular de las elecciones municipales de 2015. Me confesó
que ya no volvería a presentarse como
candidato y había
que buscar una alternativa, y quedamos para hablar en estos días.
Lamentablemente no ha podido ser. Descansa en paz, amigo.
*Ingeniero de Montes, Ex eurodiputado.
Fuente: La Ranilla.Net.