07 octubre 2009

Cambio de rumbo en la política local

La política municipal del Puerto de la Cruz experimentó un giro de 180 grados, el pasado martes, tras prosperar la moción de censura contra la alcaldesa socialista, Lola Padrón, y su gobierno minoritario, presentada por Coalición Canaria y Partido Popular. El nacionalista Marcos Brito Gutiérrez accede por segunda vez a la presidencia de la Corporación mediante la articulación de una nueva mayoría, la primera vez fue contra el socialista Salvador García, que fue desalojado del despacho noble de la calle Santo Domingo, en 1995, y ahora con Lola Padrón. La Alcaldía cambia de manos en un escenario de crispación política larvada desde la formación del primer gobierno entre el PSC-PSOE y el Partido Popular, que apenas se mantuvo unos 16 meses. El fracaso de la entente Lola Padrón y Eva Navarro condujo a los socialistas a un gobierno en minoría, donde Coalición Canaria actuó como árbitro de la situación, pero el enrarecimiento del clima institucional, los efectos sociales de la crisis económica y el estancamiento de la ciudad, fueron algunas de las posibles razones de unas agudización de las contradicciones entre las distintos planteamientos políticos en liza. La desaparición de la escena política local de Eva Navarro dejó expedita la vía para el reencuentro entre conservadores y nacionalistas, que luego se materializaría con la incorporación el Ayuntamiento de Guillermo Meca, en calidad de concejal, y que facilitaría los arreglos que han llevado a la anunciada moción de censura, no sin resistencia en medios socialistas, a pesar de que se trata de un instrumento legítimo. Un verano tormentoso desde los puntos de vista social y político precipitó los acontecimientos en la administración local, que pone de relieve el fracaso estrepitoso en la conducción de los asuntos públicos por parte de quien pasará a la historia como la primera mujer que accede a la Alcaldía, pero no con los votos exclusivos de su partido (10 concejales) sino que la suma de éstos y los dos del Partido Popular. Otra cosa hubiera sido si hubiera ganado las elecciones del 27 de mayo de 2007 por mayoría absoluta. Los resabios del PP contra Coalición Canaria, como resultado de la ruptura del pacto de gobierno, en el mandato 2003-2007, impidieron su reedición, tras los comicios de mayo de 2007. Las relaciones entre Eva Navarro y Marcos Brito se deterioraron considerablemente, e incluso, se dio la situación, en 2005, del pase al grupo mixto del entonces concejal popular Luis Gómez, tras haber abandonado al Partido Popular, del que fue presidente, hecho que que calificado como un caso de transfuguismo político. Así las cosas, el enfrentamiento entre populares y nacionalista se mantuvo hasta que se dieron síntomas de acercamiento tras la salida del gobierno local de Eva Navarro en octubre del pasado año. Del desencuentro se pasó a un clima de entendimiento, ya en diciembre de 2008, la presidenta insular del PP, Cristina Tavío, había mostrado predisposición para articular una nueva mayoría con Coalición Canaria, pero estaba el escollo de las relaciones entre Marcos Brito y Eva Navarro, y sus declaraciones públicas de que no volverían a pactar. Todo era cuestión de tiempo y así fue. Marcos Brito ha hecho válido el concepto cambiante de la política, en el sentido de lo que hoy es válido, mañana está desfasado o no sirve. Nos encontramos ante tres modos diferentes de entender el gobierno o la defensa de los intereses generales de la ciudad: lo que propugnan CC, PP y PSOE, y no cabe entrar a considerar cuál es la buena, hasta tanto no se vean los resultados. Ahora, lo que hay sobre el tapete es un nuevo gobierno y el reto de sacar adelante el municipio, alm menos, hasta completar lo que queda de mandato.