28 junio 2009

Cándido Figueroa: "Michael Jackson era como un niño pequeño"

“Michael Jackson era como un niño pequeño”-según lo recuerda el ex director del Hotel Botánico y actual responsable de Riu Garoé del Puerto de la Cruz, Cándido Fuigueroa. Al entonces anfitrión del citado establecimiento de gran lujo y referente del turismo en Canarias, le cupo el honor de alojar y atender al considerado “rey del pop” durante el último concierto que ofreció en Santa Cruz de Tenerife, al término de su gira musical mundial de 1993, y que tanta expectación mediática causó en la isla, pero muy particularmente, en la ciudad turística, que se convirtió en su hogar durante su permanencia entre nosotros. En su conversación con este periódico mostró las fotos en las que aparece con el cantante y los autógrafos firmados por éste. El cantante estadounidense se alojó en el Hotel Botánico del Puerto de la Cruz el 28 de septiembre de 1993. Figueroa explica que “en principio, estaba reservada una habitación en un hotel de lujo de la capital tinerfeña, pero no se aceptaron las condiciones impuestas por el cantante, dado que exigía una suite grande para él. La empresa organizadora del concierto “Mama Concert” habló conmigo y yo valoré más la publicidad que generaba la estancia de Michael Jackson que la gratuidad de la habitación, y entonces, atendí esa petición, y se alojó con su equipo en el establecimiento”. Cándido Figueroa señala que “Michael Jackson disponía de un teléfono rojo en cada esquina de las habitaciones contratadas, dado que no había móviles. Cada terminal tenía asignado un número para cada país destinatario de sus llamadas. En el hotel se recibieron llamadas de todas partes del mundo para el envío de ramos de flores. Durante su permanencia entre nosotros le repercusión mediática fue extraordinaria, registramos una auténtica avalancha de medios de comunicación nacionales y extranjeros”. Cita como anécdota que el entonces y recordado presidente del Grupo Z, Antonio Asencio, se alojó en la suite de Michael Jackso, porque lo había pedido expresamente, cuando estuvo en Tenerife. “Había exigido-precisa-dormir en la misma habitación que ocupó Michael Jackson”. También narra como anécdota de aquella histórica estancia que “Michael Jackson me pidió visitar el Loro Parque, y abrochamos que cerraba a las cinco de la tarde para que lo viera él solo. Todos sabemos que el cantante no solía dar o recibir apretones de manos, se protegía con guantes, pero en su visita al Loro Parque, sí saludó a un empleado de color, a quien le dio la mano. Luego visitó una tienda de discos, pero pidió a los guardias de seguridad que retiraran de la vista los álbumes de su hermana”. “Unos días antes de su llega al hotel-recuerda-la gente hacía cola, e incluso dormía por los alrededores. Y cuando ya estaba en la habitación, los más osados subían por escalera contra incendios y besaban las ventanas acristaladas”. A Michael Jackson le encantaba la fruta y pedía bandejas enteras. “Para mí fue una gran experiencia conocerle y tenerlo entre los clientes del hotel-agrega Cándido Figueroa-, por la complejidad y refinamiento de su carácter y personalidad, sobre todo por ser una persona de gran exigencia”.