11 enero 2009

JAY/VIVO

Hanah Valentín _____________
NO hay absolutos para algo tan relativo como es la vida humana. Espaciando a sorbos esa vida, Israel se despierta cada mañana en su constante lucha por la supervivencia. Un país que ha quedado envuelto tras el velo empapado y gris de una guerra sin fin, donde no hay lugar para un "imposible" retorno a la ignorancia de tal conflicto. Como si el pueblo judío se tratara de un mosaico oculto del mundo en el que ese crisol de razas, lenguas y religiones subyacen desde la noche de los tiempos. Las mil caras de la luz se entretejen a diario a través del ruido, del miedo, frente a la desolación de su incierto futuro. Compasión del mundo sin una aparente solución, donde el pueblo judío aprende, una vez más, a conocerse en el centro de la negra nada; la oscuridad. Una vía de escape para esa corriente amarga que discurre bajo las falsas apariencias de muchos países implicados y donde la vida declina su luz en cada esquina de sus calles.