04 marzo 2008

LA FIRMA INVITADA

Debates
Por L. Soriano_________________
Estamos en epoca de debates. No estamos en América, y eso está claro, pero por lo menos, tenemos la oportunidad de ver a los candidatos vendiéndonos los mensajes. Rajoy, como Zapatero, es un individuo con características especiales, y por mucho que disimulen a lo mejor de lo que creen deben de dar, siempre, siempre hay medios de cazarlos, si se les estudia detenidamente. Yo soy un observador riguroso de la actitud humana, por formación y por dedicación. Me gusta observar detalles y sacar conclusiones. A mi me sirve y a mi me convence el resultado a que llego. Tal vez, si la expusiera con detalle, seria atacable el método, pero aquí entran no solo los argumentos, también las sensaciones. Y estas son indiscutibles. Leyendo ayer a Arrabal en la página cultural de un periódico de tirada nacional, el tejido sensorial se me puso a circular como si de una terminal eléctrica a baterías de bajo voltaje se tratara. Eso fue una sensación y eso para mi era algo que me llegaba. Familia, novias-compañeras-esposas,hijos,amigos, seres humanos magníficos, circunstancias especiales, películas, teatro, música, pintura, lectura etc.,te enchufan el tejido y sientes. Eso como el frió, el hambre o el miedo es personal, absolutamente. Pues bien, Rajoy es un individuo que está acostumbrado al esfuerzo, a la disciplina, al estudio y a preparar la más fuerte oposición que se d.C. en España, pero que lo que le exige es que se sepa de memoria los 350 temas y los recuerde exactamente, para que luego los interprete. Frescura, rapidez de reflejos, estrategias de “enrolle”, y pico de oro, no tiene. Pero es enemigo de salirse del guión que ha aceptado o diseñado, de lo que cree firmemente y lo que es más, no existe la mentira en su discurso y cuando algo no le gusta, le incomoda o no es estrictamente justo, se le nota, se delata. Ha perdido mil ocasiones en ambos debates para decirle mil cosas a Zapatero, pero no tiene maldad, le pierde la condescendencia del que tiene que tratar con el ignorante y no debe de notársele para no parecer prepotente, y le molesta que le mientan pero no es vehemente, si el otro persiste o esta en su error y no quiere salir, allá el, piensa. Zapatero en cambio, es un superviviente. Mediocre “pasa desapercibido”,que estaba adherido a todo lo bueno y lo malo de su partido durante años, pero que en su interior tenía una aspiración absolutamente utópica, que si no hubiese sido por un cúmulo de circunstancias y coincidencias, jamás se hubieran manifestado, y que jamás deberían de haberse planteado en circunstancias normales. Los ingredientes se mezclaron, y salio ese potaje, de garbanzos, chorizo, morcilla y repollo. Entonces en vez de que predominara la prudencia y la sensatez de arribado por sorpresa, se ilumina y se lanza, sólo, a la piscina con su bandera utópica y su salvavidas de material irrealizable en democracia. Poco a poco, la sorpresa entre los suyos da paso a la codicia, y se van tirando a la piscina con él y se forma un enmarañado de justificadores y explicadores. El del imperio mediático, ve la posibilidad de orquestar el concierto sin mucho desafine y entonces todos a bailar. No tiene más que teatro, puro teatro, sin base, sin guión mas que el de la improvisación y el del atrevimiento o la osadía, la bula fantástica e increíble, los sueños irrealizables, y diciendo, predicando, absolutamente todo lo contrario de lo que hace.Con ojos de brujo Chaman. Las peores maldades las perpetra con la palabra talante, y las peores fechorías con las acusaciones a quienes se quejan de ellas y las padecen. Con los “medios” en su mano, muerto Montesquieu, y la población subvencionada. Este vendedor de humo nos lleva, como Perón, de éxito en éxito, al desabre final. Pero los que lo advertimos, somos catastrofistas, crispadores, antipatriotas y como a los tibios, se nos aplicará, “su ley” vigente. El socialismo queridos, jamás se podrá aplicar desde la democracia, sino desde la revolución. Hay que callar y acallar a muchos y a muchas voces, hay que laminar a multitudes, desacreditar a millones, quebrar muchos espíritus indomables y libres, y crear muchos hombres asquerosamente nuevos con preeducación, consignas y culto a Líder. Eso lo saben muchos de los que le acompañan a los mitines, y algunos lo han practicado con éxito espantoso. A reflexionar.