15 abril 2007

Hacia la recuperación de la tradición marítima

El Puerto de la Cruz recuperará su tradición marítima de otrora porque nunca perdió de vista su horizonte atlántico orientado hacia la diversidad cultural desde que sus primeros pobladores se asentaron en torno a un refugio pesquero que se ha expandido con el paso del tiempo. El sacrificio, entrega y afán de progreso de sus hombres y mujeres han propiciado “el milagro” de la renovación y expansión socioeconómica, cultural y patrimonial de la que, por méritos propios, surgió y se consolidó como la primera ciudad turística de Canarias y de España.
Han transcurrido décadas de espera, de frustraciones y de anhelos hasta que, por fin, todo parece indicar que ese sueño se hará realidad, y que la reciente presentación de esa maqueta del parque marítimo y muelle pesquero encarna un logro definitivo y no resulta ser uno de tantos espejismos auspiciados por intenciones pretéritas que nunca cuajaron y que habría que analizar. Sería preciso efectuar una investigación minuciosa y rigorosa, para determinar los entresijos o despropósitos que condujeron a un retraso imperdonable que lo situaría en una de las primeras causas del deterioro y atraso del municipio con respecto a otras áreas afines de la Isla y del Archipiélago. Precisar esos sesteos que cuajaron en supuestas desidias, olvidos y abandonos y ponerles rostro para que nadie se lleve a engaño. Nada mejor que acudir a las hemerotecas para constatar lo afirmado en esta modesta reflexión personal, avalada, eso sí por el contacto de casi 30 años con la realidad y el sentir de la sociedad del Puerto de la Cruz enamorado de su mar y comprometido con su indeclinable vocación cosmopolita fruto de su proverbial hospitalidad, amplitud de miras y talante emprendedor. Si se confirman las expectativas formuladas por el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, el proyecto de muelle deportivo saldrá licitación en las próximas semanas. Un logro que ya tiene nombre y apellidos, el actual alcalde, Marcos Brito Gutiérrez, pasará a la historia del municipio por haber sido uno de los catalizadores de un proceso administrativo complicado, porque, no en vano, se ha debido sortear toda clase de resistencias burocráticas e intereses externos en pugna con la idea de que el Puerto de la Cruz recupere, de una vez por toda su tradición marítima plena. Sin embargo, ahora empieza el trabajo fuerte y no se debe bajar la guardia, no sea que su frustren estos primeros impulsos un tanto influidos por el clima preelectoral. Fuentes: EL DÍA Foto: FREGEL